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Etapas del desarrollo y regresiones del sueño

Etapas del desarollo y regresiones del sueño


Las regresiones de sueño son una fase normal, de desorganización física y neuronal del bebé que ocurren justo antes, o durante la aparición de una nueva habilidad, propia de su desarrollo, como sentarse, andar o hablar.

  • Afectan al sueño, a la alimentación e incluso al estado de ánimo.
  • Ocurren alrededor de edades específicas, sin embargo, cada bebé puede experimentarlas en diferentes momentos. De forma general, ocurren a los 4, 7-8, 12, 15 y 18 meses y a los 2 años.
  • Duran entre 2 y 4 semanas, aunque a veces llegan a 6.
  • La mayoría de los bebés no pasan por todas las regresiones.

¿CÓMO SABER SI MI BEBÉ ESTÁ EN UNA REGRESIÓN?

  • Dormía bien y ahora tiene varios despertares nocturnos.
  • Duerme siestas muy cortas o se niega a dormir durante todo el día.
  • Está más irritable y llora más durante el día.
  • Más apego de lo habitual hacia mamá y papá.

REGRESIONES

+-Regresión de los 4 meses
 

En esta etapa tu bebé empieza a desarrollar su propio ritmo circadiano y coincide con importantes brotes de crecimiento y desarrollo de habilidades. El motivo es que su cerebro empieza a madurar y los patrones de sueño cambian con respecto a los meses anteriores y pasan a tener más fases de sueño, por lo que es común observar que un bebé que dormía bien empieza a despertarse más veces.

¿Cuáles son los síntomas?

  1. Mayor irritabilidad.
  2. Múltiples despertares.
  3. Siestas cortas.
  4. Cambios en las rutinas de alimentación.

El problema es que tu bebé no sabe cómo lidiar con estos ciclos de sueño en esta nueva etapa, por lo que debemos ayudarles.

¿Cómo podemos ayudarles?

  1. Estar muy atentos a las señales de sueño y responder ante ellas rápidamente.
  2. Empezar a fomentar la máxima independencia posible a la hora de dormir y que no dependa de muchos factores externos para poder conciliar el sueño.
  3. No introducir, ni reforzar muletillas de sueño nuevas.
  4. Ofrecer mucho contacto como caricias y abrazos.
  5. Rutinas relajantes antes de dormir.
  6. Puedes empezar a seguir un horario, pero de forma flexible.

Recuerda que las regresiones son temporales (duran entre 2 y 4 semanas, normalmente) e indican que tu bebé se está desarrollando, por lo tanto, no hay que desesperarse y saber que, si se siguen haciendo las cosas bien, tras este periodo, dormirá bien por la noche.

+-Regresión de los 8 meses
 

Alrededor de los 8 meses, la gran mayoría de los bebés experimentan grandes avances en su desarrollo psicomotriz y sobre todo en su desarrollo cerebral, además de muchos cambios alimenticios. Asimismo, empiezan a aparecer los primeros dientes.
Este el momento de empezar a agarrar las cosas, de reptar, gatear y ponerse de pie, del inicio del lenguaje y categorizar objetos y personas. Es el momento en el que empieza a aparecer la ansiedad por separación.

Esto puede traducirse en:

  • Gran demanda de vuestra atención.
  • Aumento del nerviosismo.
  • Múltiples despertares nocturnos.
  • Menos siestas y más cortas.
  • Cambios en el apetito.

¿Qué se les debe hacer en estos casos?

  • Ofrecer más atención y consuelo, si lo necesitan.
  • Acompañar, con paciencia, a tu bebé en la frustración que suelen mostrar en esta etapa.
  • Evitar el cansancio excesivo.
  • Mantener una rutina predecible y no recurrir a viejas muletillas de sueño, ni crear nuevas, por desesperación, como por ejemplo llevarle a vuestra cama o darle más alimentación nocturna que antes no necesitaba.
  • Asegurar una buena alimentación para un buen crecimiento.

Es importante revisar el horario de siestas puesto que sobre esta edad también pasan de 3 a 2 siestas y esto afecta a la noche, no es solo por la regresión.

No todos los bebés muestran estas señales cuando se acerca esta etapa y no a todos les influye en el sueño, pero si estáis en esta situación y continuáis con buenas rutinas y buenos hábitos para dormir, aunque las noches sean peores durante unos días, tu bebé volverá a dormir bien.

+-Regresión de los 12 meses
 

En los bebés alrededor de 1 año se producen grandes cambios, desarrollando alta cantidad de habilidades motoras como dar sus primeros pasos, empezar a caminar solos y habilidades verbales, como decir sus primeras palabras y avances en el comportamiento que a veces se traducen en pequeñas rabietas
Además del aumento en el desarrollo de habilidades motoras y verbales, la velocidad de crecimiento empieza a ralentizarse durante un tiempo. Hasta los 15-18 meses el crecimiento es más lento, por lo que varían también sus patrones de alimentación y no muestran tanto interés por la comida y sin embargo pedirá muchas más tomas de LM.

Todo ello puede afectar al sueño y traducirse, entre otros, en cambios en las siestas, haciéndolas más cortas y pueden aumentar los despertares nocturnos.

En esta edad empiezan a luchar por dormir las siestas ya que el mundo es demasiado interesante para ellos y cuesta mucho más que duerman, incluso se puede llegar a confundir con la necesidad de una sola siesta. Pero esto no es cierto, el cambio a 2 suele ser entre los 14 y 18 meses, cuanto más tarde hagan la transición más fácil será llevarla a cabo.

En estos casos debemos:

  • Ofrecer cariño y contacto.
  • Evitar el cansancio excesivo.
  • Mantener las rutinas de siesta.
  • Evitar introducir muletillas de sueño.
+-Regresión de los 18 meses
 

Y de repente un día, alrededor de los 18 meses, cuando tu bebé dormía bien, se despierta llorando y chillando en medio de la noche, además de que las siestas se vuelven a convertir en una pelea otra vez.
A esta edad crecen muchísimo sus habilidades lingüísticas, se vuelven más independientes en el juego, en todos los movimientos y vuelve a haber un pico de crecimiento que afecta a la alimentación.

En esta fase de “independencia” existen altibajos, que a veces se traducen en:

  • Aumento de ansiedad y por tanto berrinches y cambios de comportamiento, tanto de día, como de noche.
  • Más despertares nocturnos.
  • Cambios en el apetito.

Todo esto puede generar una nueva ansiedad por separación y la necesidad de estar cerca de mamá o papá. Además, si tu bebé no ha pasado de 2 siestas a 1 siesta, puede estar en proceso de hacerlo y esto puede afectar el sueño nocturno. Todo ello puede hacer que se nieguen a dormir, tanto en las siestas como en algún despertar nocturno, aunque afortunadamente, es temporal.

¿Cómo lidiar con esta situación?

  • Estar tranquilo y saber que es temporal.
  • Asegurarte de que duerme, por lo menos, una siesta ajustada a las ventanas de sueño para su edad.
  • Mantener un horario flexible en las siestas.
  • Seguir manteniendo buenas rutinas.
  • No crear muletillas de sueño nuevas.
  • Aprender a comunicarte con tu hijo, ayúdale en su frustración.

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