¿Cómo tener un sueño seguro?
Para garantizar un sueño seguro debemos asegurarnos de llevar a cabo las recomendaciones del AEP y AAP, las cuales, en base a la evidencia científica disponible actualmente, nos dicen que la forma más segura de dormir para los bebés menores de seis meses es:
- En su cuna.
- Boca arriba.
- En la misma habitación que sus padres, cerca de la cama de éstos.
La AAP de pediatría recomienda estas medidas mínimo hasta lo 6 meses y la AEP dice que se sigan idealmente hasta los 12 meses, a partir de ahí la decisión es de cada familia y cada caso en particular.
Existe evidencia científica de que esta práctica disminuye el riesgo de SMSL en más del 50%.
SÍNDROME DE MUERTE SÚBITA DEL LACTANTE (SMSL)
El síndrome de muerte súbita del lactante es la muerte repentina inexplicable de un niño menor de 12 meses, mientras está durmiendo. En España, es una de las causas principales de mortalidad en niños durante el primer año de vida.
Existen múltiples estudios que afirman que la lactancia materna tiene un efecto protector frente al SMSL y una de las cosas que más favorece la LM (Lactancia Materna) es el colecho, en la misma cama. Sin embargo, esta práctica se considera un factor de riesgo para SMSL, por lo que NO debe ser recomendado en:
- Lactantes menores de tres meses de edad.
- Prematuridad y bajo peso al nacimiento.
- Padres que consuman tabaco, alcohol, drogas o fármacos sedantes.
- Colecho sobre superficies blandas, colchones de agua, sofás o sillones.
- Situaciones de cansancio especialmente de cansancio extremo, como el postparto inmediato.
- Compartir la cama con otros familiares, con otros niños o con múltiples personas.
La decisión de hacer colecho o no, depende de cada familia, cada uno debe atender las necesidades de su bebé de la forma que mejor les convenga, pero siempre sabiendo los pros y los contras de la decisión que se toma.
La opción que, actualmente, aporta mayor seguridad a la hora de dormir cumpliendo con las pautas actuales, sería colocar una cuna de colecho, ya que la cercanía con la madre favorece la LM sin aumentar el riesgo de SMSL.
Una de las recomendaciones principales para disminuir el riesgo es intentar que el bebé pase el máximo tiempo boca abajo durante el día, siempre con supervisión y en brazos para estimular su desarrollo motor y fortalecer los músculos de la espalda y cuello ya que cuanto antes empiece a controlar estos movimientos, antes comenzará a disminuir el riesgo.
RECOMENDACIONES PARA MEJORAR LA SEGURIDAD Y CALIDAD DEL SUEÑO DE LOS BEBÉS
- El uso de chupete disminuye el SMSL pero no se les debe atar el chupete mientras duermen y no se debe ofrecer en niños con LME hasta que no esté bien establecida la lactancia.
- No es conveniente situar las cunas cerca de fuentes de frío o calor y siempre se debe vigilar la humedad y la temperatura de la habitación.
- Se recomienda una temperatura fresca, alrededor de los 20 grados. Mucho cuidado con las temperaturas de las calefacciones en invierno. Los niños duermen peor con calor y supone un factor de riesgo para el SMSL.
- No se deben utilizar mantas, sabanas encimeras, edredones, ni almohadas en la cuna. La cuna debe estar libre de objetos. Si hace frío se recomienda el uso de doble pijama, saquitos o, en caso de bebés más pequeños, envolver en arrullo o swaddle.
- No deben llevar pijamas muy holgados y el número de capas se debe ajustar a la época del año y la temperatura de la habitación. En ocasiones si los pijamas son muy justos, los pies de los pijamas pueden molestarles y hacer que duerman peor, además de que pueden llegar a interferir en el desarrollo.
- La superficie para dormir debe ser firme, resistente y plano y con una sabana ajustada al colchón. El colchón debe ser transpirable para no favorecer las altas temperaturas mientras duerme.
- Se desaconseja el uso de almohadas en menores de 2 años y cuando se ponen deben ser muy baja y plana.
- Si se necesita poner protectores hay que asegurarse de que se ajusten bien al tamaño de la cuna y evitando que tengan lazos o cordones que puedan resultar peligrosos.
- No fumar durante el embarazo ni después y por supuesto, nunca cerca del bebé ni de la zona donde duerme.